Razón por la que usamos servilleta
Las servilletas, una tradición centenaria que supera incluso a la llegada de los tenedores, representan un símbolo arraigado de educación y buenos modales en la mesa. Pero, ¿cuál es el origen de estas pequeñas telas que nos acompañan en nuestras comidas?
La práctica de colocar servilletas en la mesa para cada comensal tiene raíces que se remontan a siglos atrás, mucho antes de que los tenedores hicieran su entrada en la escena gastronómica. Este gesto era común en la sociedad educada mucho antes de que los tenedores se convirtieran en un utensilio de uso generalizado en Inglaterra y Francia durante el siglo XVII. En ese entonces, las servilletas eran consideradas esenciales para tomar los alimentos y limpiarse las manos después de comer.
La introducción de los tenedores en Italia en el siglo XI es una historia fascinante por sí sola. Este cambio en la forma de comer surgió debido a la aversión de la esposa de Dominico Silvio, el duque de Venecia, a comer con las manos. Como regalo, el duque le obsequió un tenedor de oro, una versión en miniatura de los utilizados en las cocinas para trinchar carne.
Thomas Coryate, un escritor inglés que viajó a Italia en 1611, se sorprendió al ver que los italianos usaban tenedores y se llevó uno como muestra de vuelta a Inglaterra. En sus crónicas, escribió sobre la costumbre italiana de no tocar la carne con las manos debido a la preocupación por la limpieza.
A pesar de la llegada de los tenedores, las servilletas continuaron desempeñando un papel importante en la mesa. Los banquetes de la época solían incluir una variedad de platos difíciles de comer sin las manos, por lo que asir un hueso con los dedos no se consideraba una falta de etiqueta.
La servilleta, al igual que el tenedor y el cuchillo, también dio lugar a algunas supersticiones curiosas. Algunos afirmaban que si alguien era invitado a cenar por primera vez en casa de amigos, no debía colocar la servilleta en el servilletero al final de la cena. Además, doblar la servilleta se interpretaba como un símbolo de una amistad a punto de alcanzar su culminación.
