El impacto de la plataforma Airbnb en el mercado inmobiliario de Nueva York ha sido innegable. La compañía se convirtió en una fuente de ingresos para millones de personas que optaron por alquilar sus viviendas a través de su plataforma. Sin embargo, esta influencia ha generado tensiones en el mercado y en sectores como el turismo, lo que ha llevado a Airbnb a enfrentarse a diversas ciudades. La más reciente en hacerlo es Nueva York, y las implicaciones de este enfrentamiento podrían sentar un importante precedente.
El Conflicto en Nueva York
Nueva York, conocida como “la capital del mundo”, es el hogar de más de 8.4 millones de personas y ha ostentado el título de la ciudad más costosa para vivir en 2023, según la encuesta anual de The Economist.
Por otro lado, Airbnb es una empresa que ofrece servicios de alquiler de viviendas a corto plazo a través de su plataforma digital, contando con más de 150 millones de usuarios a nivel global, según reportes de la compañía.
El argumento central es que Airbnb ha reducido la disponibilidad de alquileres tradicionales en la ciudad, ya que muchos propietarios prefieren alquilar sus propiedades a turistas por períodos cortos en lugar de establecer contratos a largo plazo con residentes locales. Esto ha generado un aumento desmedido en los precios de alquiler, lo que dificulta la búsqueda de viviendas asequibles para los ciudadanos.
Además, el sector hotelero ha expresado su preocupación por la competencia desleal, ya que Airbnb ha llevado a una disminución en la cantidad de personas que optan por sus servicios.
Una Nueva Legislación
El 5 de septiembre de 2023, Nueva York implementó una nueva ley que obliga a Airbnb y a otras plataformas similares a registrar a los anfitriones ante la ciudad y a compartir físicamente el alojamiento con los huéspedes durante su estancia. Además, se establece que los propietarios no pueden alquilar apartamentos enteros a usuarios que planeen quedarse menos de 30 días.
Otra medida polémica es la restricción de un máximo de dos huéspedes a la vez, lo que impide que las familias alquilen a través de la plataforma.
La nueva legislación también incluye otras disposiciones legales que regulan la relación entre la empresa y la ciudad, como la presentación de documentos de planos y contratos, entre otros.
Las consecuencias por violar estas nuevas reglas incluyen multas de hasta 5 mil dólares por infracciones reincidentes, mientras que las plataformas podrían tener que pagar hasta 1,500 dólares por transacciones de alquileres ilegales.
Según informes del New York Times, más de la mitad de los 85 millones de dólares en ganancias generados por Airbnb en 2022 por concepto de alquileres a corto plazo violaron la ley, según las autoridades de la ciudad de Nueva York. Además, se han identificado 10,800 viviendas que infringen las regulaciones de alquiler a corto plazo.
Inseguridad y Caos
El impacto del alquiler a corto plazo no solo ha afectado al sector inmobiliario y turístico, sino que también ha generado inseguridad y molestias para los ciudadanos en áreas donde se realizan estos alquileres. Los niveles de ruido y las acciones perturbadoras para los residentes locales se han incrementado en estas zonas.
La Respuesta de Airbnb
Airbnb ha respondido argumentando que la nueva ley viola la privacidad de los usuarios, limita su libertad económica y pone en peligro su modelo de negocio. Además, la compañía sostiene que esta legislación afecta directamente la disponibilidad de alojamientos en la ciudad a través de su plataforma.
Ante esta situación, Airbnb presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York, argumentando que la nueva norma infringe la ley federal que protege a las plataformas en línea por el contenido generado por los usuarios. Sin embargo, este argumento fue desestimado por un juez.
Airbnb estima que, en el último mes, había alrededor de 15,000 anfitriones con anuncios activos para alquileres a corto plazo en toda la ciudad. A finales de agosto, la ciudad había recibido unas 3,250 solicitudes de registro, de las cuales solo 257 habían sido aprobadas. Airbnb anunció que a partir de mediados de agosto, no permitiría que las personas realizaran reservas a corto plazo en Nueva York para estancias después del 5 de septiembre. Las reservas programadas para después del 2 de diciembre serán canceladas y reembolsadas, según informó la empresa. La ciudad ha indicado que solo desalojará a los huéspedes de alquileres a corto plazo ilegales si existen riesgos para la salud o la seguridad en el apartamento, según información del New York Times.
Repercusiones Globales
El conflicto entre Airbnb y Nueva York no es único, ya que otras ciudades como Ámsterdam, Barcelona, Berlín, Londres y París también han enfrentado desafíos legales similares y han implementado restricciones al modelo de negocio de alquiler a corto plazo.
Este debate sobre la regulación de las plataformas digitales de alquiler a corto plazo entra en una nueva fase, y sus consecuencias se sentirán en una reducción significativa de la oferta y la demanda de alojamientos a través de Airbnb y plataformas similares. Esto tendrá un impacto en los ingresos de los anfitriones y en la diversidad de opciones de alojamiento disponibles para visitantes y turistas.
Además, la implementación de medidas como estas en una ciudad tan emblemática como Nueva York establece un precedente que podría ejercer presión regulatoria sobre otras ciudades y países que también están debatiendo la regulación de alquileres a través de estas plataformas digitales.
Sin embargo, esta situación también podría beneficiar a los usuarios, ya que una mayor competencia entre hoteles y plataformas como Airbnb podría conducir a una mejora en las opciones de alojamiento para quienes buscan hospedaje.
República Dominicana
Por su parte, el ministro de turismo de la República Dominicana, David Collado, ha anunciado su intención de presentar nuevas regulaciones para la plataforma digital Airbnb, que cuenta con más de 93 mil habitaciones en el país.